Nagisa Oshima: los comienzos de un maestro
Diez films inéditos en Argentina,
en la Sala Leopoldo Lugones
El Centro Cultural e Informativo de la Embajada de Japón, el Complejo Teatral de Buenos Aires y la Fundación Cinemateca Argentina, han organizado un ciclo denominado Nagisa Oshima: los comienzos de un maestro, que se llevará a cabo del sábado 22 al domingo 30 de enero, en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Avda. Corrientes 1530, C.A.B.A.).
El ciclo estará integrado por nueve largometrajes y un cortometraje --en copias nuevas en 35mm., enviadas especialmente desde Tokio por The Japan Foundation— del período más radical y menos conocido (1959-1971) de uno de los grandes autores del cine japonés de todas las épocas. Esta selección da cuenta del eclecticismo formal y la visceralidad política de Oshima, considerado el “padre” de la Nueva Ola Japonesa en su etapa de mayor esplendor y ebullición artística.
“Oshima es un camaleón estilístico. Pero a pesar de moverse fácilmente dentro de un amplio abanico de géneros y estilos, sus películas están unidas por una inquebrantable radicalidad política y su deseo de explorar tabús relacionados con el sexo y la violencia. Remando contra la corriente humanista de realizadores de la generación anterior como Yazujiro Ozu y Akira Kurosawa, Oshima creó films intensamente críticos de la sociedad japonesa de posguerra, atrevidos exámenes de la alienada cultura juvenil, los excesos del capitalismo y el sórdido submundo criminal. Uno de los grandes provocadores del cine internacional cuyas películas han sido comparadas con la obra de cineastas contemporáneos como Luis Buñuel y Jean-Luc Godard, Oshima tal vez sea el realizador más importante del cine japonés de la segunda mitad del siglo XX” (James Quandt).
La agenda completa del ciclo es la siguiente:
Sábado 22: La calle del amor y la esperanza
(Ai to kibo no machi; Japón, 1959)
Dirección: Nagisa Oshima. Con Hiroshi Fujikawa, Yuki Tominaga,Yuko Mochizuki.
Varios de los personajes de La calle del amor y la esperanza transitan en los márgenes de la sociedad, como ocurrirá en diversos films posteriores de Oshima, en su debut como realizador. El joven protagonista vive en los barrios bajos y es huérfano de padre; su madre enferma trabaja como lustrabotas frente a la estación de trenes. El film estableció inmediatamente a su realizador como el líder indiscutido de la Nueva Ola Japonesa, particularmente por su estilo crudo y nada sentimental, en franca oposición al estilo melodramático del estudio Shochiku, la empresa productora del film.
“La circularidad del paisaje urbano industrial provee el telón de fondo, contra el cual el joven Masao termina tomando conciencia de sí mismo como individuo a punto de alcanzar la adultez. (…) Criminalizado por un fraude insignificante, Masao termina confirmando los prejuicios sociales que la mayoría de los ‘buenos ciudadanos’ sostienen respecto de los jóvenes de su extracción social” (Isolde Standish, A New History of Japanese Cinema).
“La calle del amor y la esperanza prueba que la conciencia política de Oshima era mucho más fuerte que la de Godard para la misma época” (Tony Rayns).
A las 18, 20 y 22 horas (62'; 35mm.)
Domingo 23: Cruel historia de juventud
(Seishun zankoku monogatari; Japón, 1960)
Dirección: Nagisa Oshima. Con Yusuke Kawazu, Miyuki Kuwano, Yoshiko Kuga.
Oshima obtuvo notoriedad instantánea en su Japón natal con éste, su segundo largometraje, con apenas 28 años. Es la historia de dos jóvenes amantes dispuestos a romper con su crianza de clase media al iniciar una serie de actividades criminales. Con un uso del color y la pantalla ancha que rompe con moldes establecidos en el cine japonés, Cruel historia de juventud revela por primera vez, en la filmografía del realizador, su obsesión por la alienación –personal y colectiva-- de las nuevas generaciones.
“Tomando prestados elementos del ciclo conocido como taiyozoku –-films de jóvenes en franca rebeldía con la sociedad--, Oshima narra la anécdota central con el trasfondo de las protestas estudiantiles de 1960, creando un tono político inexistente en las expresiones más populares de ese género. (…) Cruel historia de juventud muestra la fascinación de Oshima con los nexos entre sexualidad y violencia, un motivo recurrente en la Nueva Ola Japonesa. El resultado incluye sexo, violencia y política: la esencia de la Nueva Ola y la esencia también de los años ’60” (David Desser, Eros plus Massacre, An Introduction to the Japanese New Wave Cinema).
A las 18, 20 y 22 horas (96’; 35mm.)
Lunes 24: El entierro del sol
(Taiyo no hakaba; Japón, 1960)
Dirección: Nagisa Oshima. Con Masahiko Tsugawa, Kayoko Honoo, Isao Sasaki.
En Kamagasaki, una “villa miseria” en las afueras de Osaka, Hanako se dedica durante el día a la compra de sangre para luego venderla a compañías cosméticas, mientras por la noche trabaja como prostituta. Hanako es una mujer de negocios que intenta ganarse el respeto y la influencia de tres bandas rivales, enfrentadas por el control económico de la barriada. La llegada de un joven yakuza será el detonante de una escalada de violencia que amenaza con romper el precario equilibrio de la población.
“El entierro del sol es aún más nihilista y absurda que Cruel historia de juventud. Oshima pone de relieve otro motivo importante de la Nueva Ola Japonesa: la banda, que aquí es ubicua y encarna una clara metáfora de la estructura social japonesa. (…) El título mismo del film resulta alusivo, refiriendo a la imagen del sol como símbolo de Japón, la Tierra del Sol Naciente. En esta película, los seres humanos son reducidos a simple carne y sangre, estimables sólo según su valor en el mercado negro” (David Desser).
A las 18, 20 y 22 horas (87'; 35mm.)
Martes 25: Noche y niebla en Japón
(Nihon no yoru to kiri; Japón, 1960)
Dirección: Nagisa Oshima. Con Miyuki Kuwano, Fumio Watanabe, Hiroshi Akutagawa.
Una de las películas más originales y radicales de Nagisa Oshima y el abrupto fin del breve romance con el estudio Shochiku. La trama gira alrededor de la boda de una pareja de activistas políticos, telón de fondo de un país sumido en fuertes confrontaciones políticas.
“El cuarto largometraje de Oshima tenía claras intenciones de declaración de independencia. Siendo una fábula política que critica, tanto a la derecha como a la izquierda, Noche y niebla en Japón fue realizada con medios mínimos, tomas largas –el film contiene apenas 45 planos-secuencia-- y un estilo teatralizado. Resulta sorprendente que el realizador haya podido trabajar tranquilo en el estudio y más aún que Shochiku haya permitido que el film se realizara. El tema central es el fracaso político de la izquierda a la hora de darle fin al Tratado de Seguridad entre Japón y los Estados Unidos, durante las manifestaciones de 1960. (…) Pensado como provocación, el film fue retirado de cartel apenas días después de su estreno. Oshima rodaría el resto de su filmografía de manera independiente” (Donald Richie, A Hundred Years of Japanese Cinema).
A las 14.30, 18 y 21 horas (107’; 35mm.)
Miércoles 26: Tratado sobre canciones obscenas japonesas
(Nihon shunka-ko; Japón, 1967)
Dirección: Nagisa Oshima. Con Ichiro Araki, Juzo Itami, Koji Iwabuchi.
En este relato enigmático y surrealista, cuatro estudiantes sexualmente hambrientos, que se preparan para su ingreso a la universidad, se encuentran con uno de sus maestros y cantan diversas canciones obscenas. El encuentro los predispone para un derrotero ciertamente alejado del camino académico. Con un uso notable del color, Tratado sobre canciones obscenas japonesas se revela como una descripción hipnótica, formalmente libre, de la apatía política de toda una generación.
“El film fue improvisado en su mayor parte: dos semanas antes del inicio del rodaje, Oshima informó al reparto y al equipo técnico que no habría un guión definitivo. (…) La fantasía se convierte en realidad y viceversa; uno de los chicos pudo haber matado a alguien, o no; una de las chicas pudo –o bien no-- haber sido violada por uno o todos los muchachos. La narración va agregando capas y tomando un tono absolutamente libre, yuxtaponiendo comedia y tragedia, política y sexo” (Michael Koresky).
A las 14.30, 18 y 21 horas (103’; 35mm.)
Jueves 27: Diario de Yunbogi
(Yunbogi no nikki; Japón, 1965)
Dirección: Nagisa Oshima
Un viaje de dos meses a Corea del Sur, en el año 1965, dio como resultado este cortometraje documental lírico y polémico, la primera de una serie de obras en tocar el tema –en aquel momento tabú-- del imperialismo japonés y la problemática relación con Corea y los japoneses descendientes de coreanos. Oshima crea en Diario de Yunbogi un poderoso montaje de fotografías --tomadas por él mismo-- de chicos de la calle de Seúl, complementada por una pista de sonido que entremezcla lecturas del diario de un niño coreano de seis años con una poderosa invectiva en contra del legado de la agresión imperialista nipona.
Tres borrachos resucitados
(Kaette kita yopparai; Japón, 1968)
Dirección: Nagisa Oshima. Con Kazuhiko Kato, Osamu Kitayama, Norihiko Hashida.
Tres muchachos de vacaciones se bañan en el mar cuando sus ropas son robadas y reemplazadas por otras. A partir de ese momento, el trío será confundido con un grupo de coreanos indocumentados, dando inicio a una persecución por parte de las autoridades. Tres borrachos resucitados es un comentario formalmente muy libre –atención a las desconcertantes repeticiones y a los estallidos de color, propios del pop art-- sobre un tema que preocupaba a Oshima: el tratamiento de la sociedad japonesa hacia los inmigrantes de origen coreano. Con humor, acidez y un tono que cruza el slapstick con la sátira política (con alusiones a la guerra de Vietnam), el film encarna plenamente el espíritu del ’68. “Una fábula sobre la construcción artificial de la identidad étnica” (Alexander Jacoby).
A las 14.30, 18 y 21 horas (30’ + 80’; 16mm. Y 35mm.).
Viernes 28: Boy
(Shonen; Japón, 1969)
Dirección: Nagisa Oshima. Con Fumio Watanabe, Akiko Koyama, Tetsuo Abe.
Uno de los films más provocativos y visualmente líricos en la carrera de Oshima. Boy se basa en la historia real de una familia que arriesga diariamente la vida de su hijo al simular accidentes automovilísticos, con el único objetivo de extorsionar al conductor y obtener dinero a cambio. Al crecer, el niño se rebela contra su padre, escapando a un mundo de fantasía al tiempo que enfrenta su creciente sentimiento de culpa.
“Boy, el film que introdujo el cine de Oshima en Occidente, propone la figura de un patriarca cruel, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, cuya mujer y su hijo de diez años participan de un fraude cotidiano para obtener dinero de conductores desprevenidos. (…) La juventud del chico es robada por el legado de la guerra y el patriarcado y militarismo del mundo de posguerra. Oshima plantea una relación opuesta entre el crecimiento material y el espiritual. Cuanto más crece Japón económicamente, más pobre es su vida interior. Mientras el patriarcado continúe, más destruida se encontrará la juventud” (David Desser).
A las 14.30, 18 y 21 horas (105’; 35mm.)
Sábado 29: Diario de un ladrón de Shinjuku
(Shinjuku dorobo nikki; Japón, 1969)
Dirección: Nagisa Oshima. Con Tadanori Yokoo, Rie Yokoyama, Moichi Tanabe.
Polémica en el momento de su estreno por su gráfica exploración de la sexualidad, Diario de un ladrón de Shinjuku retrata el despertar sexual y político de un ladrón y su amante, con el trasfondo de los disturbios estudiantiles del ’68. En palabras de Oshima, es la historia de “un chico y una chica en busca de su momento preciso de éxtasis sexual”, a la vez que una crónica de las revueltas estudiantiles que tuvieron lugar en el mundo a lo largo de ese año. Una mezcla surrealista de política, filosofía y sexo que recuerda al Godard de La chinoise. Un film que mantiene intacta su capacidad de sorprender.
“Como su título lo indica, este film está dedicado a Jean Genet. Diario de un ladrón de Shinjuku es una celebración de la rebelión juvenil –sexual y política-, un patchwork autoreflexivo que incluye súbitos cambios de texturas, cortes bruscos y apariciones de íconos pop como Henry Miller y Muhammad Ali” (Aaron Hillis, The Village Voice). “Probablemente la más extraordinaria película de agit-prop jamás realizada” (Tony Rayns).
A las 14.30, 18 y 21 horas (96’; 35mm.)
Domingo 30: Ceremonias
(Gishiki; Japón, 1971)
Dirección: Nagisa Oshima. Con Kenzô Kawarasaki, Atsuko Kaku, Nobuko Otowa.
Oshima retrata a la poderosa familia Sakurada a lo largo de varias generaciones en esta saga familiar que enfrenta las nociones de larga data de la tradición japonesa y la estructura familiar. Mientras la familia se reúne para diversas ceremonias -vacaciones, casamientos, funerales- secretos dolorosos emergen por debajo de los elaborados rituales. Provocativa y perversa, Ceremonias entrelaza el colapso del clan Sakurada con la decadencia moral de una nación.
“La naturaleza teatral de los rituales y la manera en la cual las clases gobernantes de Japón anudan ideologías políticas y religiosas para naturalizar su existencia es deconstruida en Ceremonias. En cada sucesiva ceremonia la familia protagonista se fragmenta más y más” (David Desser).
A las 14.30, 18 y 21 horas (123’; 35mm.)