Un acuerdo entre el Banco Mundial y la agencia espacial japonesa Jaxa permitirá monitorear los efectos del cambio climático en la región.
WASHINGTON (Reuters) - El Banco Mundial y la agencia espacial japonesa Jaxa firmaron un acuerdo para que un satélite ayude a monitorear mejor los efectos del cambio climático en países de América Latina, dijeron funcionarios del organismo multilateral.
Desde los glaciares en los Andes tropicales, que se están derritiendo rápidamente, hasta los humedales en las costas del Golfo de México, varios países de la región están enfrentando cambios climáticos irreversibles y necesitan de mejores datos para tomar decisiones, agregó la institución.
El Satélite de Observación Terrestre Avanzada (ALOS por su sigla en inglés) recolectará imágenes hasta a 2,5 metros de distancia en Bolivia, Colombia, Ecuador, México y Perú, además de la Indias Occidentales, que permitirán al Banco Mundial (BM) y a los gobiernos formular programas para adaptarse a los cambios.
"El acceso a estos datos invaluables contribuirá a los esfuerzos que realiza el Banco Mundial para apoyar a los países de América Latina a adaptarse mejor al cambio climático," dijo Walter Vergara, ingeniero químico líder del banco en el tema.
El director ejecutivo de la agencia japonesa, Yasushi Horikawa, explicó que el acuerdo de cooperación con los japoneses -que para el BM están entre los que se han preocupado más por el cambio climático- traerá datos valiosos cada 46 días sobre las áreas más afectadas.
Eso permitirá crear un historial para ayudar a los países a adaptarse a los cambios y, en el futuro, señalar tendencias, pese a que no hará previsiones sobre desastres naturales provocados por huracanes o terremotos, agregó.
La situación en la región andina es grave porque los glaciares son responsables del abastecimiento de agua potable de ciudades como Lima, Quito y La Paz, dijo Vergara.
Mientras que los humedales en México son lugares de posada para aves migratorias, para crustáceos y para el suministro de agua, agregó. En Colombia, el satélite monitoreará ecosistemas de montaña y costeros.
En el Mar Caribe, el calentamiento del agua y el blanqueamiento de los arrecifes de coral amenazan a un 65 por ciento de las especies comerciales de pescados de la región, que se reproducen en esas áreas.
El satélite empezó a funcionar en el 2006 y sus datos cartográficos han permitido monitorear la deforestación e investigar también el corte ilegal de madera, dijo Horikawa.
La compilación de imágenes en el satélite se dará por medio de sensor óptico y radar, lo que permitirá obtenerlas incluso con poca luz o mal tiempo, agregó.
El BM tiene un programa de 90 millones de dólares en proyectos para ayudar a los países a adaptarse a esos cambios naturales irreversibles, lo que incluye ayudar a los andinos a encontrar fuentes de agua potable para la población como alternativa a los glaciares, dijo Vergara.
(Reporte de Adriana Garcia, Editada por Silene Ramírez)
Fuente: HSM