La fórmula de la censura china en Internet
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La propuesta para eliminar el límite de mandatos del Presidente
de China se encuentra con feroces críticas por lo internautas chinos,
rápidamente censuradas
Xi
Jinping da un discurso ante el Politburo (Jason Lee / Reuters)
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01/03/2018 06:00 |
Actualizado a 01/03/2018 17:56
Una reciente propuesta de cambio en la Constitución de China ha
puesto de manifiesto cómo funcionan las operativas del Gobierno y el Partido
Comunista del país a la hora de bloquear lo que sus ciudadanos pueden ver, leer
y escribir en Internet.
Conocido como El Gran Cortafuegos, el macro-sistema de
tecnologías instaurado en el país separa lo que conocemos como “Internet
global” de un “Internet chino”. Es un aparato constante, visible y notable de
la realidad del país para ciudadanos nacionales, inmigrantes y turistas. Cada
año, nuevas políticas presentadas desde diversos niveles de la administración
nacional y del Partido, hacen que la deriva entre estos “dos Internets” crezca.
Cada año crece más la brecha
entre el “Internet global” y el “Internet chino”
Los últimos días han sido un
excelente ejemplo de la diligencia y eficiencia de los sistemas de censura del
contenido online, y de hasta qué punto las compañías privadas o semi-privadas son en gran medida
responsables de su aplicación. Colaboradores necesarios chinos y extranjeros que mantienen a
los ciudadanos aislados en redes sociales aprobadas por el Gobierno, donde se
puede escribir y leer lo que permite el Gobierno, y cuyos cambios son aplicados
de forma inmediata para mantener la información en los márgenes que se
especifican.
Los ciudadanos chinos tomaron
las redes sociales para expresar su opinión, con muchos de ellos en contra.
“Nunca había visto tanta oposición al Partido como la que estoy viendo y oyendo
estos días” explicaba Victor Mair un
profesor de literatura china en la Universidad de Pensilvania. “No desde los
meses previos a la masacre de Tiananmén en 1989”, explicaba en su blog.
“Nunca había visto tanta
oposición al Partido como la que estoy viendo y oyendo estos días”
Mair explicaba también con
detalle varios de los nuevos términos que el aparato de censura digital chino
añadió de forma “rápida y drástica” a la lista de palabras prohibidas. “万岁” que significa
literalemente “diez
mil años” pero que es una frase utilizada para expresar larga vida, o “习泽东”
(Xi Zedong) la combinación del nombre del fundador de la actual República
Popular de China Mao Zedong con el apellido del actual premier Xi Jinping. Pero los internautas chinos, de
tecla mordaz y con ojo afinado por décadas de censura, comenzaron a hablar de “移民”
(emigrar) y usar términos con doble sentido para saltar los filtros. Así que comenzaron a usar 登机 (montar en avión) que se pronuncia igual que 登基 (ascender al trono) para criticar la medida. Pero el sistema de censura
se dio cuenta y comenzó a prohibir esta versión alternativa.
Comparaciones de Xi Jinping
con Winnie The Pooh (Sina Weibo)
También quedó prohibido utilizar términos como Winnie The Pooh, el
popular oso de fantasía del cuento británico del mismo nombre y que es como se
conoce a Xi Jinping por su aparente parecido físico. Muchas imágenes o “memes”
de Winnie The Pooh tampoco podían publicarse ni hablar de 包子
(bao, un tipo de bollo muy suave), que también está asociado con el Premier
chino.
El aparato de censura estuvo emitiendo nuevos términos prohibidos
a un ritmo tan desesperadamente rápido que llegaron a prohibir la letra “N” del
alfabeto latino. El motivo detrás de tan inusual y amplia censura es que
circulaba una ecuación matemática que la contenía para calcular de forma
sarcástica el total de legislaturas que podría servir ahora Xi Jinping.
¿Cómo funciona a nivel
técnico?
En realidad es un aparato con
miles de empleados y funcionarios que opera a distintos niveles de la sociedad.
Por un lado revisa y aprueba lo que aparece en los medios de comunicación
aprobados de televisión, radio o Internet. Es un sistema tan celoso que
recientemente hubo descontento por la popularización reciente del hip hop en el
país, y el regulador de medios del país emitió un comunicado en el que
“específicamente requiere que programas no muestren actores con tatuajes o la
cultura hip hop o subculturas de la misma”. La medida fue tan drástica que
acabó con la eliminación de un popular rapero conocido como GAI de un programa de talentos en la televisión pública de Hunan. De un día para otro desapareció
de los vídeos subidos previamente por el programa a Internet y no participó en
más programas.
El rapero chino GAI fue
eliminado de un programa de talentos en la TV de Hunan (HunanTV)
En Internet, el sistema de
censura requiere de la colaboración de las compañías tecnológicas que operan.
Cuando las plataformas, apps o juegos van creciendo y ganando popularidad, entran en el
radar del sistema del regulador. Son obligados a adherirse a un estricto nivel de censura
automatizado en sus sistemas, además de utilizar solo proveedores de conexión específicamente
aprobados. Si se hacen suficientemente grandes, el regulador instalará una
serie de funcionarios dentro de la sede de la empresa para asegurarse una mejor
coordinación.
El aparato de censura
mantiene funcionarios y ejecutivos ‘in situ’ en oficinas de las grandes
compañías de Internet en China para coordinar mejor la censura
Para las compañías
extranjeras se aplican reglas de censura imposibles. En muchos casos
directamente se les prohibe operar en el país como es el caso de Facebook,
YouTube o Instagram. Los móviles con Android cuentan con aplicaciones y
plataformas ajenas a las de Google en China porque los sistemas de Google no
están disponibles en el país. Aunque Facebook busca activamente
“enamorar” a China para poder acceder al país y
que levanten la prohibición, Google hace lo propio desde hace años de forma más
sutil. Desde que abandonó el país hace años a modo de protesta, ha creado
varias oficinas de investigación y desarrollo en el país para aprovechar y
trabajar con el talento local.
El último caso prominente es el de
Apple, que
ha sido obligada a alojar los datos personales de los ciudadanos del país en
una empresa de alojamiento y servidores. Esta cesión por parte de la compañía a
las autoridades chinas ha preocupado a los expertos en
derechos humanos por el gran nivel de acceso a
información privada de los clientes de Apple por parte de las autoridades del
país. Apple
es la gran excepción occidental en China, y se le permite operar de forma
relativamente normal en el país. Con alguna aplicación eliminada de la App
Store de vez en cuando, Apple ha conseguido que China sea su segundo mayor
mercado superando a Europa hace años a nivel de ingresos.