La idea de gobernanza de Xi Jinping se parece mucho a la del
primer presidente de China bajo Mao, Liu Shaoqi, un devoto leninista que
adaptó selectivamente las ideas confucianas para crear un Estado‑partido a
la manera china. Por eso, el objetivo de Xi Jinping no es iniciar una
guerra fría con Occidente o exportar el modelo político de China. Más bien,
quiere reforzar la autoridad (y su propia variante de autoritarismo) dentro
de China, lo que incluye asegurar que los chinos no estén expuestos a ideas
democráticas liberales.
Por Steve Tsang
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