lunes, 21 de octubre de 2019

Diario El Mundo. España

EDITORIAL
Opinión

China ante su contradicción

Lo que está ocurriendo en Hong Kong simboliza bien el gran dilema de la
 China actual
TYRONE SIU / REUTERS
Las autoridades de un Goliat como China no podían imaginarse, cuando
 comenzaron los preparativos de los fastos por el 70º aniversario de la República,
 que se iban a ver empañados por las protestas de un incordioso David como
 Hong Kong. Pero hasta el mayor desfile militar de la historia en Pekín y 
las demostraciones de poderío se han visto silenciadas en el exterior por los 
choques entre manifestantes y la policía de la antigua colonia británica.
 La policía del régimen ha llegado por primera vez a disparar a uno de los
 activistas prodemocráticos, confirmándose que la paciencia del gigante 
asiático se está acabando y que la amenaza de aplastar las protestas por la fuerza 
bruta empieza a ser una realidad.
Lo que está ocurriendo en Hong Kong simboliza bien el gran dilema de la China
 actual. Porque la superpotencia, con el segundo mayor PIB del planeta y un peso 
cada vez más decisivo en las relaciones internacionales, funciona en la
 práctica 
como una nación capitalista abierta al exterior en la que no se reconocería 
nada Mao,
 pero sigue siendo una férrea dictadura de partido único, el comunista, 
sin ningún 
avance en materia de derechos humanos y libertades individuales. Al contrario, 
bajo el mandato del actual presidente, Xi Jinping, asistimos a un 
recrudecimiento de la represión contra las minorías y cualquier grupo
 disidente. El llamado milagro chino ha conseguido que la pobreza 
haya pasado del 53% que afectaba a la población hace siete décadas
 al 8% actual. Pero no es sostenible en un mundo tan globalizado 
pretender mantener sojuzgados a 1.400 millones de chinos en un sistema orwelliano implacable.